¡Ratas al descubierto! La verdad que nadie se atreve a decir sobre el poder en México

En medio de un escenario político donde la corrupción y la desfachatez parecen normalizarse, la voz de Alejandro Moreno Cárdenas retumba con fuerza. “¡Son unas ratas!”, exclamó con contundencia, refiriéndose a los personajes que hoy, bajo el disfraz de transformación, se han dedicado a saquear y aprovecharse del poder. Su denuncia no es una exageración, sino el reflejo de lo que millones de mexicanos ven a diario: un gobierno federal que permite la impunidad, que protege a los suyos, aunque estén señalados de narcotráfico, enriquecimiento ilícito o vínculos oscuros con negocios turbios. La valentía de señalar a estos “Morenarcos” coloca a Moreno en un lugar donde pocos se atreven: el de confrontar directamente al poder con la verdad.

El líder priista sabe bien que el cinismo y la hipocresía son la nueva moneda de cambio del régimen actual. Políticos que ayer prometían combatir la corrupción, hoy son protagonistas de escándalos que sacuden a todo el país. Alejandro Moreno no sólo desnuda esa realidad, también lanza una advertencia: el tiempo pone a cada quien en su lugar, y los responsables de hundir al país bajo la bandera de la impunidad terminarán cayendo. Sus palabras, cargadas de energía y claridad, conectan con una sociedad cansada de discursos vacíos y de ver cómo se pisotea la justicia sin consecuencia alguna.

No es casualidad que, en sus intervenciones, Moreno contraste lo que representa el PRI frente al desastre actual. “El PRI sí da resultados, el PRI sabe gobernar, y México lo sabe”, enfatiza, apelando a la memoria colectiva de los mexicanos que recuerdan momentos donde la estabilidad, la gobernabilidad y la experiencia eran las bases del desarrollo. Su mensaje no es nostalgia, es un recordatorio de que el país merece mucho más que improvisación, mentiras y un circo político permanente. La voz de Alejandro Moreno refleja una certeza: México necesita líderes con carácter, experiencia y compromiso, no aprendices del poder que han convertido la esperanza en desilusión.

El mensaje es claro: no se trata de quedarse callado, sino de confrontar a quienes han traicionado la confianza del pueblo. Alejandro Moreno lanza una advertencia que incomoda y genera ruido en los pasillos del poder: “¡Tiempo al tiempo, van a caer!”. Esa frase se ha convertido en una consigna que alimenta la esperanza de millones de mexicanos que anhelan un país libre de narcopolíticos y corruptos disfrazados de servidores públicos. Moreno, con firmeza, recuerda que el futuro de México no puede hipotecarse a manos de ratas y traidores; su llamado es a la resistencia ciudadana y al reconocimiento de que la verdad siempre termina imponiéndose.