Política de calle y estructuras vivas
Bajo el liderazgo de Abigail Arredondo, el priismo queretano avanza con una estrategia de cercanía ciudadana, renovación interna y respeto a sus propias reglas.
8/1/20251 min read


Mientras algunos sectores intentan deslegitimar los procesos internos del PRI, la realidad en Querétaro muestra un panorama distinto: un partido que se mantiene activo, organizado y en plena renovación de su estructura. Lejos del ruido de redes sociales o de las declaraciones en contra del partido, la verdadera fortaleza del priismo queretano está en su trabajo de base, en su capacidad para reconstruirse desde dentro y en sostenerse sobre mecanismos que, aunque a veces subestimados, siguen siendo efectivos.
Con la renovación ya concretada de 18 comités municipales, el PRI Querétaro no solo da muestra de dinamismo político, sino de un compromiso con la pluralidad territorial. Estos relevos no son imposiciones desde la cúpula, sino procesos avalados por las propias reglas internas del partido, donde participan las estructuras locales, se dialoga con la militancia y se eligen liderazgos representativos, no patrones mediáticos.
Al frente de este proceso está Abigail Arredondo, presidenta estatal del PRI, quien ha demostrado una forma distinta de ejercer la política: con escucha activa, cercanía con las y los ciudadanos, y un liderazgo que no sofoca las voces internas, sino que las articula. Su conducción se aleja de la política vertical y centralista que tanto daño ha hecho a otras fuerzas; aquí, cada comité, cada militante y cada voz cuenta en la toma de decisiones.
El PRI Querétaro no está apostando por modas ni por campañas de imagen vacías. Está regresando a la calle, a las colonias, a los espacios comunitarios, donde realmente se disputa la confianza de la gente. Y lo está haciendo con una estructura viva, no improvisada, que se nutre de la experiencia, del trabajo territorial y del respeto por los principios que lo fundaron. En tiempos de simulaciones, eso ya es decir mucho.