México rechaza los aranceles de acero y aluminio impuestos por EE.UU. y advierte sobre sus consecuencias
En su conferencia mañanera en Palacio Nacional, Ebrard presentó estadísticas que demuestran que la balanza comercial entre ambos países es favorable para Estados Unidos en estos productos.
2/12/20253 min read


Ciudad de México, 11 de febrero de 2025. – México ha reaccionado con firmeza ante la reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio mexicanos. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, han calificado estas medidas como "una mala idea" y subrayaron que no tienen ninguna justificación económica, basándose en datos oficiales del gobierno estadounidense.
En su conferencia mañanera en Palacio Nacional, Ebrard presentó estadísticas que demuestran que la balanza comercial entre ambos países es favorable para Estados Unidos en estos productos. "Estados Unidos nos vende más acero y aluminio de lo que nosotros le exportamos, casi 6,897 millones de dólares más", explicó el funcionario, refutando la argumentación del gobierno de Trump, que señala un supuesto aumento desmesurado de las exportaciones mexicanas hacia el país vecino.
El gobierno mexicano también subraya que, si bien Canadá presenta un superávit comercial en acero con Estados Unidos por un valor de 9,675 millones de dólares, la situación con México es diferente. Según los datos de Ebrard, las exportaciones mexicanas no justifican la imposición de tarifas, ya que el flujo comercial es netamente favorable a EE.UU.
Ebrard también advirtió que estas tarifas podrían perjudicar la estrecha integración económica de América del Norte, especialmente dentro del marco del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). "Estas medidas son contraproducentes. Si atacamos uno de los eslabones de una cadena de producción integrada, afectamos a todos los países involucrados", dijo el secretario de Economía.
Posicionamiento de la presidenta Claudia Sheinbaum
La presidenta Claudia Sheinbaum respaldó la postura de Ebrard y aseguró que el gobierno mexicano aprovechará el tiempo restante hasta la entrada en vigor de los aranceles, el 12 de marzo, para continuar con los esfuerzos diplomáticos y bilaterales en busca de una solución. Sheinbaum insistió en la importancia de mantener la calma y actuar con prudencia ante las declaraciones desde la Casa Blanca.
A pesar de la incertidumbre, el gobierno mexicano se mantiene preparado para cualquier escenario. Ebrard afirmó que México está listo para abordar el tema con información sólida y detallada, con la intención de evitar que las medidas arancelarias se implementen finalmente.
Posibles repercusiones económicas y comerciales
La imposición de aranceles a productos clave como el acero y aluminio podría tener un impacto considerable no solo para México, sino también para las empresas estadounidenses que dependen de estas importaciones. Se estima que las tarifas elevadas podrían aumentar los costos de producción en ambos países, lo que podría trasladarse a los consumidores.
Por ahora, el gobierno de México mantiene su postura de que las tarifas son innecesarias y contrarias a la lógica económica, y ha expresado su disposición para resolver la controversia de manera pacífica y mediante el diálogo. La administración de Joe Biden, por su parte, aún no ha dado indicios de cambiar su política arancelaria, lo que mantiene la tensión en el sector comercial.
Un tema que podría escalar
Este enfrentamiento comercial entre México y Estados Unidos, en el contexto de un escenario de cooperación bajo el T-MEC, podría tener efectos a largo plazo en las relaciones económicas de América del Norte. Mientras las autoridades mexicanas insisten en que las tarifas no son justas, la incertidumbre sobre su futuro sigue siendo un tema de gran preocupación para las industrias involucradas.
En los próximos días, se espera que los gobiernos de ambos países intensifiquen sus conversaciones para tratar de evitar un deterioro mayor en las relaciones comerciales.