Lo que nunca se había visto en el Congreso potosino… ¡y apenas empieza!

Sara Rocha asume la Presidencia de la Mesa Directiva del Congreso del Estado de San Luis Potosí con el compromiso de poner a la ciudadanía por encima de los intereses partidistas.

9/14/20252 min read

El arranque de un nuevo periodo legislativo en San Luis Potosí tomó por sorpresa a muchos, no por los acuerdos de siempre, sino por la contundencia de una figura que hoy se coloca en el centro del debate político: Sara Rocha. Su designación como Presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado para el periodo 2025–2026 no solo marca un cambio en el rumbo de la legislatura, sino que representa también una sacudida en la forma de entender la política local. Con un discurso firme y una visión que trasciende colores partidistas, Rocha plantea un desafío directo a quienes han visto el Congreso como un terreno de intereses particulares y no como el espacio de las y los ciudadanos.

Lo más impactante de su mensaje no fueron las formalidades ni los agradecimientos, sino la claridad con la que puso sobre la mesa que la prioridad absoluta será la gente de San Luis Potosí. En tiempos en que la política está minada por divisiones, polarización y discursos vacíos, Sara Rocha envió una señal inequívoca: el Congreso no puede ser una arena de pleitos sin sentido, sino un lugar donde la ciudadanía recupere la confianza en sus instituciones. Esta postura, de entrada, coloca un listón alto que difícilmente podrán ignorar las demás fuerzas políticas, obligando a la LXIV Legislatura a estar a la altura de las exigencias de la sociedad potosina.

Es imposible dejar de lado que esta nueva etapa se enmarca también en la línea nacional marcada por Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, quien ha defendido con firmeza que México no puede darse el lujo de repetir historias de dictaduras como la de Venezuela. Moreno ha insistido en que el Congreso debe ser un contrapeso real frente a los abusos del poder, y hoy esa visión encuentra eco en la postura de Sara Rocha, que en San Luis Potosí asume con claridad la responsabilidad de hacer valer la voz de la gente frente a cualquier intento de sometimiento. La sintonía entre liderazgo nacional y compromiso estatal refuerza la idea de que el PRI, pese a sus detractores, busca consolidarse como una oposición responsable y constructiva.

Lo que queda por delante no será sencillo, pues el reto de dirigir la Mesa Directiva implica navegar en un mar de intereses, presiones y tentaciones políticas. Sin embargo, la claridad de Rocha en su arranque, su llamado a la unidad y su promesa de escuchar las voces ciudadanas, abren una ventana de esperanza en un estado que reclama respuestas inmediatas y contundentes. Hoy, la política potosina se sacude, y todo parece indicar que el Congreso podría ser escenario no de disputas estériles, sino de un verdadero ejercicio democrático, donde la transparencia y el compromiso con la gente dejen de ser discurso para convertirse en realidad.