¡La pregunta que incomodó al poder y puso a pensar a millones de mexicanos!

En tiempos donde el gobierno federal ha intentado monopolizar el discurso de la patria, el PRI Nacional sorprendió al abrir un debate profundo con una pregunta sencilla pero poderosa: “¿Qué es amar a México?”. Esta iniciativa puso al centro a la ciudadanía y no al poder, recordando que la identidad nacional no pertenece a un partido ni a una administración, sino al pueblo. Desde estudiantes hasta trabajadores, desde familias enteras hasta organizaciones civiles, miles de voces han respondido con una claridad que desarma a la propaganda oficial: amar a México es trabajar con honestidad, cuidar a la familia, respetar las leyes y defender la democracia frente a cualquier intento de autoritarismo.

El ejercicio ha tenido un impacto inesperado porque rompió con la narrativa del gobierno federal, que pretende reducir el amor a la patria a lealtad ciega hacia un proyecto político. Las respuestas ciudadanas revelan un profundo sentido crítico: la gente asocia el amor a México con exigir hospitales dignos, seguridad en las calles, oportunidades para los jóvenes y gobiernos transparentes. En contraste, lo que recibe día a día es abandono, violencia y corrupción. En este escenario, el PRI Nacional se coloca como un espacio de escucha, no de imposición, y conecta con el sentimiento real de un país que quiere recuperar la esperanza.

Lo más significativo es que esta pregunta convirtió lo cotidiano en un acto político de gran trascendencia. “Amar a México es no rendirse”, dijeron campesinos en Nayarit; “es estudiar para sacar adelante a mis hijos”, señalaron madres de familia en el Estado de México; “es defender las instituciones”, afirmaron jóvenes universitarios en la CDMX. Estas respuestas se convirtieron en un retrato del país real, el que lucha día a día mientras el gobierno presume cifras maquilladas. El PRI Nacional logró colocar en la agenda pública la idea de que el amor a la patria no está en el discurso vacío de los poderosos, sino en la dignidad del pueblo que resiste.

Con esta iniciativa, el PRI Nacional demuestra que el verdadero patriotismo no se construye con banderas utilizadas como propaganda, sino con la voz y la fuerza de la ciudadanía. Mientras Morena reduce a México a un eslogan y se aferra a una visión única, el PRI apuesta por abrir el diálogo y reconocer que cada mexicano tiene algo que aportar a la definición de país. “¿Qué es amar a México?” se ha convertido en una pregunta incómoda para el poder, porque la respuesta ciudadana es contundente: amar a México es defenderlo de quienes lo usan como botín político. Y en esa defensa, el PRI Nacional ya tomó la delantera.