“Cuando el poder se les escurre de las manos…”

7/29/20252 min read

Alito Moreno exhibe la crisis interna de Morena: corrupción, traiciones y una desesperación que ya no pueden ocultar.

En un momento político clave, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, lanzó un mensaje punzante desde sus redes sociales, asegurando que Morena vive su etapa más frágil, dividida y desesperada. En palabras de Alito: “Ya ni entre ellos se aguantan. El pleito es interno, el hambre de poder y control está fuera de control”. Esta afirmación no solo señala fracturas internas en el oficialismo, sino que también denuncia una estrategia gubernamental basada en el engaño, la distracción mediática y el encubrimiento mutuo.

Con un tono firme, Moreno cuestionó las cortinas de humo que el gobierno federal ha desplegado en los últimos meses, desde polémicas mediáticas hasta campañas de desprestigio, todo con el fin de ocultar los escándalos de corrupción, la violencia desbordada y los vínculos con el crimen organizado que han marcado el sexenio.

Una crisis política que ya no pueden esconder

Según el dirigente priista, el desgaste interno de Morena ha llegado a tal grado que ni los operadores políticos más cercanos al presidente logran contener la implosión. Las pugnas entre aspirantes presidenciales, los jaloneos por el control de candidaturas y el reparto de poder están generando una inestabilidad que el pueblo mexicano ya resiente en forma de desgobierno, improvisación e impunidad.

“El gobierno de Morena está más tenso que nunca. Están tan desesperados por encubrirse entre ellos que ya no saben cuántas cajas chinas han abierto. Pero ni con todo el humo logran tapar la podredumbre”, escribió Alito en sus plataformas digitales. Sus palabras reflejan el creciente hartazgo social frente a un régimen que se ha dedicado más a proteger a los suyos que a gobernar con responsabilidad.

Morena: del proyecto de esperanza al pacto de impunidad

Para Alejandro Moreno, el verdadero problema de fondo no es solo la incapacidad administrativa de Morena, sino la falta de voluntad para combatir la corrupción y castigar a sus “vacas sagradas”. “Gobernar es una responsabilidad, no un pacto de impunidad entre cuates”, sentenció, en clara referencia a la protección que altos funcionarios morenistas han brindado a sus aliados, incluso cuando hay señalamientos por corrupción o nexos con el crimen.

El mensaje también se interpreta como una advertencia: la era de impunidad y simulación está por terminar, y el PRI —en palabras de su dirigente— será quien enfrente con seriedad la tarea de reconstruir la institucionalidad que Morena destruyó.

El tiempo se les acabó

Con el reloj electoral avanzando, el líder del tricolor finaliza su declaración con una frase que resuena como un llamado a la rendición de cuentas: “Acepten lo inevitable: se les acabó el tiempo”. Para el PRI, Morena no solo ha fallado en sus promesas, sino que ha perdido el rumbo ético y político. Y la factura —asegura Alito— la pagará el oficialismo en las urnas y ante la historia.