Controversia en CNDH: Rosario Piedra, criticada por 'morenización' de la comisión

Dicha percepción ha desencadenado señalamientos de que la CNDH ha pasado de ser una entidad autónoma a una que sigue la agenda política de Morena.

Redacción

11/11/20242 min read

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), encabezada por Rosario Piedra Ibarra, enfrenta críticas por una supuesta influencia partidista en sus decisiones y nombramientos. Según se ha informado, Piedra ha integrado a la CNDH a personas con afiliaciones o simpatías hacia Morena, lo que genera cuestionamientos sobre la imparcialidad y autonomía de esta institución.

Desde su designación, Rosario Piedra ha promovido cambios internos que muchos consideran alineados con los intereses del partido en el poder. Las críticas señalan que diversos puestos clave en la CNDH están ocupados por personas identificadas con Morena, lo que se interpreta como un intento de influir en la dirección y acciones de la comisión. Dicha percepción ha desencadenado señalamientos de que la CNDH ha pasado de ser una entidad autónoma a una que sigue la agenda política de Morena.

En su defensa, Piedra Ibarra ha afirmado que los cambios buscan fortalecer el trabajo de la CNDH y que la inclusión de nuevos perfiles responde a criterios de profesionalismo y experiencia en derechos humanos. Sin embargo, sectores de la sociedad civil y algunos partidos políticos sostienen que estos nombramientos van en detrimento de la independencia del organismo y que limitan su capacidad para actuar de manera crítica frente a posibles violaciones de derechos humanos provenientes del gobierno.

Esta situación ha alimentado el debate sobre la necesidad de garantizar la imparcialidad de la CNDH, una institución que debe defender los derechos humanos sin importar la filiación o intereses políticos. Para muchos, la "morenización" de la CNDH representa un riesgo para la democracia en México, pues compromete la confianza en sus resoluciones y en su papel como defensor de la ciudadanía.

Organizaciones de derechos humanos han manifestado su preocupación por la parcialidad que pudiera derivarse de estos cambios, sugiriendo que, de continuar esta tendencia, la CNDH podría enfrentar un desgaste en su credibilidad y legitimidad. Este escenario, según los críticos, reduciría su capacidad para actuar como contrapeso de posibles abusos gubernamentales, uno de los roles fundamentales de la CNDH.