Activistas critican estrategia de disuasión migratoria en México

El presidente electo Donald Trump ha presionado a México con la amenaza de imponer aranceles a productos importados si no se intensifican las medidas de control migratorio.

Redacción

12/2/20242 min read

México ha intensificado su enfoque en la gestión migratoria para reducir la cantidad de migrantes que llegan a la frontera con Estados Unidos, según activistas y expertos. Esta estrategia, vinculada a compromisos internacionales y presiones del gobierno estadounidense, incluye un enfoque dual: reforzar controles fronterizos y mejorar condiciones para los migrantes en territorio mexicano.

El gobierno de México, bajo la administración de Claudia Sheinbaum, trabaja en conjunto con organismos internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para implementar iniciativas como nuevos centros multiservicios en Chiapas y optimizar procedimientos para insertar a migrantes en el mercado laboral. Además, se ha iniciado una campaña de comunicación para desalentar la migración irregular desde países centroamericanos, destacando los riesgos de transitar sin documentos hacia el norte. La mandataria ha defendido que estas acciones buscan garantizar una migración ordenada y respetuosa de los derechos humanos, en contraste con enfoques exclusivamente punitivos.

Desde la perspectiva estadounidense, el presidente electo Donald Trump ha presionado a México con la amenaza de imponer aranceles a productos importados si no se intensifican las medidas de control migratorio. Esto plantea un desafío económico y político para México, que intenta equilibrar sus compromisos internacionales con la defensa de su soberanía. Arturo Medina Padilla, subsecretario de Derechos Humanos, ha destacado que las acciones mexicanas buscan abordar la complejidad del fenómeno migratorio desde un enfoque integral y colaborativo.

No obstante, activistas han cuestionado la eficacia y ética de estas medidas. Señalan que el incremento en los controles fronterizos y la promoción de campañas de disuasión no necesariamente resuelven las causas estructurales de la migración, como la violencia y la pobreza en los países de origen.

Esta política refleja los retos de la relación México-EE.UU., marcada por intereses compartidos pero también por tensiones económicas y sociales. Si bien la estrategia mexicana apunta a fortalecer sus capacidades internas y evitar represalias comerciales, activistas alertan sobre el riesgo de que estas medidas limiten los derechos de los migrantes en tránsito.